viernes, 29 de mayo de 2015

Cuarta canción analizada (Love me like you do - ELLIE GOULDING)

Love me like you do - ELLIE GOULDING

Eres la luz,
eres la noche,
eres el color de mi sangre,
eres la cura, el dolor,
eres lo único que quiero tocar.
No sabía que podía significar tanto,
tanto. 
Eres el miedo, no me
importa
porque nunca estuve tan alto,
sígueme a la oscuridad
cada día que pasa eres la luz puedes ver como a este mundo
le das vida le das vida. 
Ámame
como lo haces, ámame como lo
haces,
ámame como lo haces,
ámame como lo haces, tócame como lo haces, tócame como lo
haces...
Qué estás esperando? Debilitado por dentro,
debilitado por fuera
en la cima del paraíso.
Cada centímetro de tu piel
es un lugar sagrado que
encontrar solo tú puedes hacer arder mi
corazón,
arder mi corazón.
Te dejaré
elegir la fase
porque no estoy pensando bien,
mi cabeza girando alrededor no puedo seguir viendo
claramente... Qué estás
esperando? 
Ámame como lo
haces,
ámame como lo haces,
ámame como lo haces, ámame como lo haces, tócame
como lo haces, tócame como lo
haces... Qué estás esperando?
Ámame como lo haces, ámame
como lo haces,
ámame como lo haces, ámame como lo haces, tócame
como lo haces,
tócame como lo haces...
Qué estás esperando? Te dejaré
elegir la fase
porque no estoy pensando bien, mi cabeza girando alrededor
no puedo seguir viendo
claramente...
Qué estás esperando? Ámame


como lo haces, ámame como lo
haces, ámame como lo haces,
ámame como lo haces, tócame
como lo haces, tócame como lo
haces...
Qué estás esperando?
Ámame como lo haces, ámame como lo haces,
ámame como lo haces,
ámame como lo haces, tócame
como lo haces,
tócame como lo haces...
Qué estás esperando?


REPRODUCIR CANCIÓN




ANÁLISIS ÉTICO DE LA CANCIÓN
Esta canción, Love me like you do, en sí es poco analizable, pero es la banda sonora de una película sadomasoquista, y dentro de esto muy machista y chantaje sentimental, esto es: Esta situación se convierte en grave problema si habitualmente representa una estrategia para satisfacer caprichos, lograr objetivos o detener las imposiciones de otros.
Ante ello, es recomendable tomar en cuenta que la mejor forma de frenar al chantajista es no cediendo a sus peticiones. De esta manera, evitaremos la creación de un círculo vicioso, porque si uno es débil, lo único que se consigue es reforzar la conducta nociva de ese individuo, quien aprovechará la situación para conseguir sus fines mediante amenaza, llanto o intimidación.
Por otra parte, si uno es el que tiene la costumbre de manipular a los demás, debe considerarse que con el tiempo esta conducta nos creará conflicto, pues llegará un momento en que las artimañas antes citadas no surtirán efecto, lo que, en consecuencia, hará que ganemos el desprecio de la gente que nos rodea. 
Hay que tener presente que cuando una persona accede a las exigencias de la pareja, familiares o amigos sin que realmente quiera hacerlo es común que le invada un sentimiento de culpa, pero de no aceptarlas siente insatisfacción porque cree que les ha fallado. Por tanto, es muy importante aprender a decir no, lo cual en un principio es difícil, pero a la larga es la mejor estrategia para vencer el chantaje.

Hay quienes retiran el habla para ejercer presión, lo cual es característico en personas con problemas afectivos o dificultad para socializar. Interactuar con este tipo de individuos suele ser insoportable, ya que prevalece el temor de que cualquier cosa le moleste y, a manera de castigo, deje de hablarnos. En estos casos, es recomendable responder con indiferencia y controlar la ansiedad de permanecer al lado de él o ella.
Pero eso no es todo, también existe el chantajista denominado autocastigador, que recurre a frases como “si me dejas, me mato”. Se caracteriza por inmadurez emocional y no asume las consecuencias de sus actos, por lo que acostumbra acercarse a gente que se siente responsable de su felicidad, como los padres, hijos o pareja. Para acabar con este tipo de acciones, hay que ignorar las amenazas y enfrentarse al manipulador haciéndole ver que el único responsable de lo que pasa en su vida es él mismo.
Otras personas encuentran formas de presionar a los demás con expresiones como las siguientes: “si me dejas, no volverás a ver a los niños”, “no te vayas, siento que me voy a morir”, “si sigues saliendo con tus amigos, terminamos”, “si no tienes relaciones sexuales conmigo, considérate desempleada”. Ante ello, es indispensable perder el miedo y negarse a complacer al chantajista enfrentándose a éste con valentía.
Hay que tomar en cuenta que quienes recurren al chantaje son individuos inseguros y con altos niveles de ansiedad, tienen miedo a sentirse débiles y a las reacciones de los demás, por eso manipulan. 

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